Hacerse a si mismo


Todo ser vivo se hace a si mismo (H. Maturana), en particular el ser humano.
El éxito para desarrollarse plenamente depende de su entorno. Por eso es muy importante cuidar el entorno continuamente para que se adapte a las necesidades auténticas de los niños y niñas. Dentro de este entorno, evidentemente, están los adultos, que somos (por la educación que hemos recibido) el mayor inconveniente del niño para que se pueda desarrollar plenamente.
Cuando plantas un arbolito, este no necesita que desde el exterior lo estiremos para que crezca. Ya  lleva un programa de desarrollo interno que hará que crezca si cuidamos su entorno regándolo, dándole los nutrientes que le hacen falta y cuidando que desde su exterior nadie lo maltrate.
 No necesita ni estimulación ni motivación. Si lo motivamos desde fuera (como pasa con la agricultura convencional) obtendremos, en el mejor de los casos, unos frutos muy vistosos exteriormente pero con muy poco contenido auténtico.

(toque de humor)




En su desarrollo  los niños pasan por una serie de etapas. Diferentes pensadores han establecido distintos periodos para  esas etapas. Me quedo con las definiciones de Piaget que básicamente coinciden con las fases sensibles de Maria Montessori y también, según la neurología moderna,  con la maduración del sistema neurológico. De 0-3 años el niño necesita estar con su padres (sobre todo con la madre)
Es falso que el niño necesite de guarderías para socializarse (Laura Gutmman). El ser humano es un ser social y como tal, no necesita socialización, mas bien necesita un proceso de individualización que le lleve a conocerse a sí mismo identificándose como una persona única.


La aceptación incondicional de los niños y el respeto a sus procesos de 
crecimiento interno (entendido como no exigirles nada para lo que no estén 

biológicamente preparados) son esenciales para poder desarrollarse.

 Tener seguridad 
emocional y saberse aceptado incondicionalmente hace que los niños se dediquen a lo 
que les interesa y no tienen que gastar energías en hacer cosas para agradar a los adultos de los cuales depende.

El niño necesita sobre todo saberse amado (aceptado incondicionalmente).  El chantaje emocional es la mejor forma de anular en tu hijo su capacidad de desarrollo auténtico e incitarlo a la neurosis futura. Por otro lado el niño, cuando se siente necesitado de atención exclusiva y no se le tiene en cuenta, puede hacer aquello que más disgusta a los padres porque sabe que tendrá atención aunque sea en forma de enfado.

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