El habiente mas propicio para los pequeños es el hogar; núcleo familiar reducido, tranquilo y amoroso, donde son atendidos y cuidados de forma individualizada; de esta manera es como mejor pueden desarrollarse en plano físico, afectivo, social e intelectual para formarse como personas plenas.
Cuando el pequeño no puede quedarse en el hogar, es importante (tanto para el niño como para los padres) poder dejarle en un espacio lo más parecido al hogar, que cubra todas sus necesidades.
La iniciativa de Madre de Día surge para cubrir estas necesidades de atención y cuidados que requieren los menores de tres años, “es necesario el vinculo afectivo con una (una sola) persona maternante” (palabras de Laura Gutman) Las guarderías , por muy buena pedagogía que tengan, tienen muy difícil el poder dar este tipo de atención, ya que una cuidadora está a cargo de un numero elevado de niños y en muchos momentos son otras personas las que están a cargo del mismo niño, según las funciones (alguien en la comida, otra solo para cambiar los pañales, momento muy intimo y personal). Por otro lado, el niño toma concepto de si mismo por la forma en que es tratado.
Hasta pasados los 3 años de edad no tienen recursos sociales suficientes para asumir un colectivo de iguales y hasta entonces lo mejor es ofrecerles una buena base, libre de estrés, donde no se les coaccione ni fuerce. Esos tres primeros años son cruciales y hay que darles la importancia que se merecen, manteniendo un equilibrio natural en el plano físico y anímico-afectivo.
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